domingo, 27 de abril de 2014

La invención de sufrir


Hablar de budismo es sumergirse en un mar profundo y maravilloso. Mi experiencia con esta filosofía de vida ha sido el de abrir los ojos. La primera vez que escuché una enseñanza budista me cayó un balde de agua fría, tan fría que me congeló los huesos: "el sufrimiento al final es una decisión".

Deténgame el tren que aquí me bajo. Esto no era posible dentro de mi formación religiosa. Sin abordar el tema de la iglesia como institución religiosa (asunto escabroso), respeto y admiro con gran afecto al cristianismo. Existen manera o formas (espiritualidad) de vivenciar la filosofía de Jesús: el amor. Pero en la cultura en la que nacemos el sufrimiento tiene su estandarte; la pena se cultiva en todo los terrenos humanos. Procesiones de dolor, sangre, enfermedades, angustias. Todo absolutamente todo se teatraliza a mostrar la lepra que invade cuerpo y mente. Pero se olvida muchas veces que lo importante, en el caso del cristianismo, es resurgir de la muerte, resucitar. 

Y a propósito del sufrimiento, las primeras enseñanzas que escuché del budismo fueron Las cuatro nobles verdades que forman parte de la Primera Rueda del Dharma. Hace una semana empecé un curso de la Naturaleza de Buda (pueden acceder a talleres y cursos a través del Instituto Budadharma) y nuevamente llegaron a mis manos como recordatorio de ellas. Se las deseo compartir brevemente, a ver si hinca a alguien y se anima a saltar al mar:

1.- El sufrimiento existe (la verdad del sufrimiento o duhkha)
2.- El sufrimiento tiene causas (provenientes del apego, anhelo, deseo) 
3.- El sufrimiento puede cesar (la verdad de la cesación)
4.- Existe un camino que nos lleva a eliminar las causas del sufrimiento (la verdad del camino o Noble Óctuple Sendero) 


sábado, 26 de abril de 2014

Marco Vinicio Rueda SJ: entre la meditación y el cristianismo


En el 2005 se fue del plano físico un hombre al cual admiro y respeto infinitamente. Es un respeto que lo he adquirido desde los ojos brillantes de los seres que lo conocieron y que me han narrado de él. Mi primer contacto con El Monasterio Invisible lo tuve en el 2010 cuando realicé un taller de meditación en la práctica cristiana en la PUCE (Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Quito). Desde aquel instante que tuve su primer libro entre mis manos, no he podido dejar de pensar en él: su vida, su manera de llevar su sacerdocio con toda la sabiduría espiritual que había vivenciado con sus estudios en yoga y budismo. 

No sé, es un hombre que quiebra todo: quiebra la manera dual del pensamiento de Occidente; quebró mi manera lineal de ver el cristianismo. Me inspira hoy. 
Espero seguir contándoles sobre él. Les comparto uno de sus poemas:

Transparencia

Transparencia es limpidez como el cristal,
que deja pasar luz y calor.
Transparencia es incandescencia como la llama,
que agoniza en su pabilo.
Transparencia es hierro rojo
que brilla y quema como fuego.

Y esto quiero que seas tu con lo divino.

El Ser palpita en toda cosa o vida,
pero está oculto a tus ojos.

Totalmente - otro, se pierde
para nosotros con su inmensidad.
Lo grande no puede contenerlo. 

Totalmente - otro, se descubre donde
no lo esperábamos.
Lo pequeño no lo excluye.

Tal vez quiera servirse de ti
para manifestarse a los otros. 

Hablará por tus labios. 
Mirará por tus ojos.
Obrará por tus manos.

A tu contacto, se sentirán sacudidos
por tu Presencia.
¡Que Él nos haga transparentes
para que brille su Rostro!

Marco Vinicio Rueda S.J.
En El sendero del zen 

jueves, 24 de abril de 2014

La herida de la locura a la razón

Escarbando entre las letras del pensamiento de Michel Foucault, encuentro que dentro de sus obras se halla toda una Historia de la locura. Sí racional lector: locura. Nosotros los que nos enarbolamos entre laureles de racionalidad, de pensamiento, de normalidad quedamos ridiculizados por la locura. 

No encuentro herida narcisista por excelencia que el dardo de la locura a la razón. El famoso Cogito ergo sum se desvanece en inexistencia, se desploma como un castillo de naipes (tan de moda ahora que está el famoso Frank Underwood). ¿Qué lugar ocupa entonces el loco en la sociedad civilizada que piensa para existir?

Personalmente, la sanidad mental y la psicopatología son concepciones que me interrogan enormemente. Cuando leo esos exhaustos manuales de encuadres tóxicos mentales, me parece tan fácil ubicar: "tú el bipolar porque cumples el criterio diagnóstico 1, 2 ,3..." ¡Cuánta arrogancia el de la humanidad! Estas visiones tienen mucho por tejer aún.

Ojalá nos descubra la locura al despertar cada mañana para salirnos un poco de esos moldes ya pensados por el poder. 



Casa de locos, 1812-1819. Francisco de Goya



lunes, 21 de abril de 2014

El Padre como síntoma

Comparto este texto tan fecundo que encontré a propósito de los semblantes religiosos de los que somos testigos en estas últimas semanas. En próximas publicaciones hablaré de la importancia del mito en la estructuración psíquica de la civilización humana. 

Por Ronald Portillo
Publicado en: http://www.lacanian.net/Ornicar%20online/Archive%20OD/ornicar/articles/prt0028.htm

"Moisés y la religión monoteísta", el último gran texto freudiano constituyó un excelente pretexto para insistir en uno de los temas que más acaparó la atención de Freud a lo largo de su obra: la cuestión del padre.
Freud se sirvió del mito para abordar la cuestión del padre. El mito de Edipo, tomado de Sófocles, el mito del "Urvater", y la "construcción mítica" sobre la muerte de Moisés, a partir del texto de Oseas, muestran la recurrencia freudiana al mito para dar cuenta de la función del padre, tanto a nivel del sujeto como de la masa.
La figura del padre en los mitos freudianos presenta una característica similar: la muerte por asesinato. Tal muerte tendrá una estrecha relación en la elaboración freudiana con la satisfacción pulsional y con la verdad inconsciente.
Freud relaciona la prehistoria individual, marcada por la represión inconsciente encuadrada por el Edipo, con la prehistoria de la especie humana, que ha olvidado o reprimido la causa de su origen. Así como las elaboraciones en análisis tienen por finalidad la recuperación de la verdad reprimida, habría necesidad de realizar construcciones que puedan venir a llenar las lagunas existentes en cuanto al origen de la civilización. Se podría decir que Freud concibe estas construcciones como un hecho de invención, como una ficción. La verdad inconsciente de la historia, tanto del sujeto como de la civilización, tiene estructura de ficción, tal como lo plantea Lacan.
Freud establece una analogía entre la amnesia que presenta la humanidad en relación al parricidio original, el olvido al que ha sido sometido Moisés por el pueblo judío y la represión que se sucede en la neurosis. La vertiente inconsciente del síntoma neurótico, dada por el retorno de lo reprimido, encontrará un correlato de malestar o síntoma en la civilización caracterizado por el retorno de la verdad reprimida sobre el magnicidio primordial. Igualmente Moisés constituye la expresión de una verdad inconsciente del pueblo judío, que no habla de él, lo ha reprimido del texto sagrado. Para Freud Moisés había sido doblemente asesinado: en la realidad y en el texto. Sin embargo quedan restos, quedan trazas que hacen imposible su borramiento. Moisés, cual síntoma, regresará desde lo reprimido por vía de algunos profetas, aunque sean menores, como es el caso de Oseas, comentado por Sellin, estudiado por Freud y retomado por Lacan en los Seminarios VII y XVII.
En cuanto al mito de Edipo, Freud se declaró desde muy temprano como seguidor de Sófocles. Tanto el asesinato del padre como el goce de la madre por parte del hijo se producen sin que Edipo lo sepa, son inconscientes. El sujeto freudiano esconde o reprime el deseo edípico inconsciente de matar al padre y ese deseo va a retornar bajo la forma de síntoma. Este esquema se repite en los tres mitos mencionados, se estructura en la constitución del deseo inconsciente de la muerte del padre y su posterior regreso sintomático desde lo reprimido. De aquí que Freud considere que en la medida en que un sujeto pueda encontrarse con la función del padre muerto, sin reprimirla, podrá acceder a la dimensión de la realidad de su deseo.
Lacan va más allá de Freud al plantear en el Seminario XVII que el asesinato del padre está ligado al registro del goce. Se puede apreciar en el mito del "Urvater" y en el del Edipo una relación temporal inversa entre el goce y el asesinato del padre, pues mientras en Edipo primero sucede el asesinato y luego hay acceso al goce, en "Totem y tabú" es a causa del goce que se sucede el asesinato. Para Lacan el mito del "Urvater" expone la imposibilidad real que tiene todo sujeto para acceder al goce absoluto, dado que el padre primordial asesinado se lo llevó a la tumba con él. Por razones de estructura ese goce es imposible de tener, solo se pueden alcanzar pequeños goces permitidos. Sin embargo la vía perniciosa del síntoma neurótica le permite al sujeto el encuentro con el goce. El síntoma constituye una forma de goce, una forma de satisfacción pulsional de ordinario imposible para el sujeto.
Así el síntoma presenta una doble composición en relación a la instancia del padre muerto. Por una parte se liga a la verdad inconsciente de un deseo de muerte del padre que retorna en la formación sintomática y por la otra se articula al goce vuelto imposible por la muerte del "Urvater" y que el síntoma hace ex-sistir.
Lacan señala en su Seminario "Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis" que en los mitos freudianos de la muerte del padre se perfilaba la regulación del deseo de Freud (1). Cabe cuestionar el motivo de la recurrencia freudiana sobre la muerte, por asesinato, del padre. La insistencia sobre el asunto alerta sobre su implicación inconsciente. Resulta difícil no inferir una verdad reprimida del sujeto Freud en relación a los mitos de la muerte del padre, al igual que existe algo de lo que no quiere saber nada el sujeto en el síntoma neurótico.
En "El envés del psicoanálisis" Lacan sostiene que el Edipo es un sueño de Freud, podríamos agregar que los otros mitos freudianos también lo son. El sueño, como toda formación del inconsciente, amerita un desciframiento pues presenta un contenido manifiesto que vela u oculta un contenido latente. De este modo, según Lacan, la muerte del padre en los mitos freudianos no sería otra cosa que una cobertura, un contenido manifiesto que encubre otra cosa.
Freud no se cansó de repetir que el sueño, lo mismo que el síntoma y las formaciones del inconsciente, era una realización de deseo. De aquí que al considerarse el mito de la muerte del padre como un sueño se pueda decir que contiene la clave del deseo de Freud, o al menos suministra ciertas señales para identificarlo. Lacan considera que los enunciados de los mitos freudianos habría que tratarlos como al contenido manifiesto de un sueño (2).
Lo que no es explicitado en el Edipo viene a ser expuesto por Freud en el enunciado de "Tótem y tabú": el goce del padre. Constituye la única referencia freudiana de la excepción, un padre cuyo goce escapa a toda ley, a toda prohibición. Se trata de un padre dueño y señor del goce. El padre primitivo con su goce exclusivo exhibe la particularidad de la excepción, fue asesinado pero nunca sufrió el proceso simbólico de la castración, estuvo eximido de ella. Este padre muerto o padre del goce es el padre real que Lacan nos presenta como el operador estructural ubicado más allá del Edipo y que introduce lo imposible en el centro de la enunciación freudiana (3). La verdad del contenido latente de los mitos freudianos está dado por el goce del padre.
Es en este goce que se puede reconocer la verdad del deseo de Freud: exceptuar al padre de la castración o lo que es lo mismo salvarlo de la renuncia a la satisfacción pulsional. Este elemento identifica el eje fundamental que recorre "Tótem y tabú", texto llamado por el mismo Freud su "preferido”. Lacan considera precisamente a este texto como un producto neurótico, un texto que hace síntoma en la obra de Freud: "Ha faltado que yo espere este tiempo para que una tal aserción, a saber que "Tótem y tabú" es un producto neurótico, sea posible sin que, por eso, yo cuestione para nada la verdad de la construcción. Es por eso mismo que es testimonio de la verdad. No se psicoanaliza una obra y menos la de Freud que cualquier otra. Se la critica." (4)
El síntoma neurótico de salvar al padre de la castración no descalifica la verdad de la construcción freudiana, al contrario el padre muerto resultante en "Tótem y tabú", equivalente a lo imposible del goce, vendría a funcionar como una suerte de anudamiento de las diferentes figuras o aspectos del padre presentes en los mitos freudianos: el padre simbólico del Edipo, el "Urvater" de la obscenidad imaginaria y lo real de las huellas de verdad dejadas por Moisés.
En la topología del nudo borromeo, desarrollada por Lacan en la última etapa de su enseñanza, se valoriza la función del síntoma como lo que viene a suplir la función del Padre en tanto Otro inconsistente: S(A/). Cada una de las diversas figuras del padre freudiano dejan ver su inconsistencia: el padre edípico sin saber por qué moría dejaba un pueblo lleno de dificultades, el "Urvater" era un tirano caprichoso y Moisés aparece como un padre descuidado y olvidado por su propio pueblo. El padre como síntoma en Freud, exceptuado de castración, viene a darle consistencia al Padre, lo hace ex-sistir.
En Freud lo necesario de la constitución del síntoma de un padre exceptuado de castración que supliera a un padre inconsistente lo ilustra la siguiente anécdota: su padre le había contado que en una ocasión un cristiano le quitó de un manotazo el gorro que llevaba puesto al tiempo que le espetaba " judío, bájate de la acera " ¿Y tú qué hiciste? le preguntó Freud al padre, quien respondió: "me baje a la calle y recogí el gorro". "Esto no me pareció heroico de parte del hombre que me llevaba a mí, pequeño, de la mano. Contrapuse a esa situación, que no me contentaba, otra que respondía mejor a mis sentimientos: la escena en que el padre de Aníbal, Amilcar Barca, hace jurar a su hijo ante el altar doméstico que se vengará de los romanos. Desde entonces tuvo Aníbal un lugar en mis fantasías ", escribió Freud en el capítulo V de la "Tramdeutung" (5).


(1) Lacan (J.), "Le Seminaire XI, Les quatre concepts fondamentaux de la psychanalyse", Paris, Le Seuil, p. 29.
(2) Lacan (J.), "Le Seminaire, livre XVII, L’envers de la psychanalyse", Paris, Le Seuil, p. 135.
(3) "Ibid.", p. 143.
(4) Lacan (J.), Seminaire XVIII, " D’un discours qui ne serait pas du semblant ", séance du 9 juin 1971, inédit.
(5) Freud (S.), "La interpretación de los sueños", Tomo IV, Buenos Aires, Amorortu Editores, p. 211.


domingo, 20 de abril de 2014

Recipientes libidinales

La sexualidad es enigmática. El ser humano ha escrito mucho sobre ella: mitos, leyendas, religiones, manuales de comportamiento... Parecería que no existen recipientes que abarquen el desborde libidinal del sujeto con el mundo y los objetos que hace suyos. 

Para algunos las palabras no alcanzan a tejer la sexualidad: ellos (se) pintan. 


El gran masturbador, 1929. Salvador Dalí

viernes, 18 de abril de 2014

De verdades y otros mitos: Gabo vive

La Verdad solo puede ser dicha a través de la ficción. La Verdad solo es puesta en escena mediante el mito. No hay duda que la Verdad está en mano de los escritores que quiebran nuestras mentiras a través de sus historias. 

La muerte solo destruye cuerpos, no hay nada más real que eso. Lo único que estafa a la muerte es la memoria. Y a propósito de Gabo (Gabriel García Márquez), la Verdad sigue viva entre sus letras que seguiremos vivenciando. 


Foto extraída de: http://www.milenio.com/cultura/Gabriel_Garcia_Marquez-Gabriel_Garcia_Marquez_enfermo-hospitalizan_Gabriel_Garcia_Marquez_0_274172743.html



miércoles, 16 de abril de 2014

Maneras de crearnos sufrimientos: para gozar

Una de las revoluciones de Sigmund Freud (padre del psicoanálisis) fue haber anunciado que en el sufrimiento existe una gran cuota de placer. Se goza ahí donde más duele. Les comparto estas palabras de Alejandro Jodorowsky:

Caminando por la selva se topa con un león dormido. Poniéndose de rodillas ante él, murmura: Por favor, no me comas. La bestia sigue roncando. Esta vez grita: ¡Por favor, no me comas! El animal no se da por enterado. Temblando, le abre las mandíbulas y acerca su cara a los colmillos para volver a gritar el ruego. Inútil. La fiera no despierta. Histérico, comienza a darle patadas en el trasero: ¡No me comas!, ¡no me comas!, ¡no me comas! El león despierta, salta sobre él y, furioso, comienza a devorarlo. El hombre se queja: ¡Qué mala suerte tengo!

Alejandro Jodorowsky

Extraído de:http://psicocorreo.blogspot.com/search/label/Jodorowsky%20alejandro%20leon%20mala%20suerte



Obra One Step closer, 2007. Sammy Chong S.J.

martes, 15 de abril de 2014

Hablando de semblantes religiosos: Roger de Taizé

No puedo negar los trajes religiosos con los que uno nace al ingresar a la cultura que lo recibe. Digo trajes porque nos (re) viste la desnudez con la cual despertamos al mundo. Algo perdemos y la religión constituye un intento por velar esa falta que aun con trajes de rey o de mendigo, no podemos cubrir. En mis avatares por la vida, la religión ha hecho y deshecho un sin fin de ideales que con el tiempo, han caído. En fin, ese será otro tema para escribir.

A propósito de los semblantes religiosos típicos de la mencionada santa semana, propongo al lector un interés particular que tuve hace algunos años atrás. Me mencionaron a un hermano Roger que había creado una comunidad ecuménica cristiana y que, acogiendo a personas de diversas partes del mundo cada año, se dedicaban a cantar pasajes de los evangelios, versos de poetas místicos como Teresa de Ávila y de mi tan apreciado Juan de la Cruz, a modo de mantras (mi gusto en aquel entonces incluía estudios sobre los efectos psíquicos de la repetición de mantras por un intento de domar la mente)

Comencé a preguntar a mis amigos de aquel entonces y tuve el privilegio de escuchar testimonios de gente cercana que había acudido a aquellos eventos en Francia. Me compartieron toda la discografía y hasta me facilitaron el libro de cantos (la comunidad recita versos en inglés, español, francés, alemán). Lo sorprendente de todo es que el hermano Roger de Taizé (comunidad francesa) había dado refugio a judíos durante la II Guerra Mundial, hecho que enfurecía a los tan conocidos nazis.

El hermano Roger escribió libros con una experiencia espiritual sorprendente (entiéndase sentido de vida), lo que significa que se alejaba de ese castillo de naipes que forma la "catequesis oficial". Yo tiendo a sumergirme en escritores que rompen esos paradigmas o encuadres religiosos de una supuesta moral perfecta (y hablando de ley, esa que la constituye aquel superyo que goza masacrando y haciendo sufrir por la culpa pecaminosa). Este hombre habla de vivencia consigo mismo y con la Trascendencia (inserte aquí Dios, Sentido, Humanidad, o como mejor le resuene).

El hermano y su comunidad me permitieron descubrir que a una sola voz resuena lo que se denomina  Amor. El traje de la religión ya no me queda, quedó corto hace mucho tiempo. Lo que sí me queda, son los testimonios de quienes no ven a un Dios institucionalizado o miembro de algún club de fin de semana. Testimonios que vibran en humanidad y para quienes los semblantes religiosos, van más allá de las cuatro paredes de las iglesias.

Les comparto uno de los cantos que más aprecio: Stay with me




*En la imagen podemos observar a la comunidad de Taizé orando en bancos de zen (¡vaya diálogo inter-religioso)

viernes, 11 de abril de 2014

El silencio también grita


"Íntimo silencio" de Eduardo Kingman
Extraído de: http://www.fundaciontiana.org/eduardokingman.html

jueves, 10 de abril de 2014

Pierre Teilhard de Chardin: Un jesuita suelto en pensamiento y evolución

Este jesuita me capturó desde el primer momento que supe de él. Fácilmente me atrapan sujetos que abren mejor los ojos que muchos de nosotros y se atreven a dar teorías de una "realidad" humana, cósmica, planetaria desatada del dogma (y sobre todo en su caso, que causó escándalo en las filas conservadores de la iglesia). Cuando he abierto libros de él, descubro a un ser humano apasionado de su vivencia espiritual (tómese en sentido religioso y existencial), esperanzado de la evolución del ser humano, apuntando a un estado de consciencia mayor (me recuerda tanto las tradiciones orientales) 

De él tenemos palabras como Noosfera donde nos aguarda una conexión universal con el conocer de la mente. Afirma que el Punto Omega es "una colectividad armonizada de conciencias, que equivale a una especie de superconciencia. La Tierra cubriéndose no sólo de granos de pensamiento, contándose por miríadas, sino envolviéndose de una sola envoltura pensante hasta no formar precisamente más que un solo y amplio grano de pensamiento, a escala sideral. La pluralidad de las reflexiones individuales agrupándose y reforzándose en el acto de una sola reflexión unánime” (Del libro El fenómeno humano)

Claro, ciertos sectores del dogma encargados de hipervigilar que las "ovejas del buen pastor" no se confundan en tan disparatados pensamientos,  tuvieron la "sabiduría" (y como siempre soberbia) de impedir que estos textos de mi admirado Teilhard lleguen a manos de los frágiles practicantes religiosos. En todo caso, es y será para mí un hombre de talla magistral al cual recomiendo leer para ventilar también nuestras percepciones de la religión. 




*La imagen la tomé prestada del muro de Facebook de un jesuita 


miércoles, 9 de abril de 2014

Día del Libro: Los libros, la subjetividad y otras ausencias reales

Leer es una de mis mayores pasiones. No se trata de un pasatiempo más, se trata de subjetivarme... así como lo escribo. Descubrir que en cada texto, en cada escrito existe un mundo enormemente ignorado, aún en esos textos que no los comparto (como los panfletos de los "testigos" y esas revistillas más papistas que el Papa), pues también se aprende a cómo no obrar. En fin, siempre hay algo que decir, más bien, construir una edición propia de lo que no se es. 

Desde el puño se nos escribe el inconsciente con toda su sabiduría: desde los lugares que forman mitos hasta los espacios galácticos que aún no son habitables por los cuerpos físicos. Inventamos formas de ser, maneras de obrar, dualidades por superar. 

Los libros me muestran ausencias reales. Ahí donde no soy y sigo siendo, puesto que en ocasiones se es héroe y en otras, villanos. 


Obra de Vincent Van Gogh, Still Life with French Novels and a Rose                               Obtenido de: http://www.vggallery.com/painting/p_0359.htm

lunes, 7 de abril de 2014

De los cuerpos, la política y el manejo de las subjetividades: lo cuir (queer) en Ecuador

Cada vez que leo textos como estos (inspiradores desde la academia) se confirma una de las tesis de Michel Foucault que desmenuza en su obra "Historia de la sexualidad": la sexualidad también es un poder. 

En la actual serie House of Cards el congresista Frank Underwood reveló que "un gran hombre dijo una vez: Todo se trata de sexo, excepto el sexo. El sexo se trata de poder". Resulta familiar toparnos hoy con palabras como falocentrismo, patriarcado, feminismo, queer, se me escapan muchas pero dentro de ellas, existe toda una reivindicación del sujeto que busca subjetivarse también desde el Estado.

El cuerpo hace un sujeto, es decir, no podemos ver estos elementos como alejados, como extranjeros en su misma patria (la subjetividad). Leyendo el texto Resentir lo queer/cuir/cuy(r) en Ecuador (me) abre debate  sobre si estas ideas son o no formas de neoclonialismo. Lo que me queda claro es que la sexualidad nos invade y hasta nos sobrepasa. 

Aquí les dejo el texto (nada corta su extensión, pero riquísimo textualmente) publicado en El Telégrafo por Diego Falconí Trávez, desde Barcelona, 24 de marzo 2014. 

Texto: Resentir lo queer/cuir/cuy(r) en Ecuador

Un extracto: "Carlos Figari sentencia: ... En nuestros países andinos sacudir las políticas sexuales es una tarea revisionista e imprescindible, que para erradicar la colonialidad más que borrar debe reescribir. El reto es, pues, empalar la academia, la política, la existencia."


Arte: Niño geopolítico mirando el nacimiento del hombre nuevo (Salvador Dalí, 1943)
Extraído de: http://bligoo.com/media/users/0/38558/images/ninog.jpg

Lo que no habla San Juan de la Cruz

La primera vez que escuché al Señor (y con todas las mayúsculas) Amancio Prada (cantautor español) pronunciar versos de San Juan de la Cruz, pensé que se habían confundido con una discografía de amantes profundamente eróticos. ¡Extraño! Me encontraba en mi ajetreo por la búsqueda espiritual en un retiro ignaciano y el guía había colocado esta música para "mantener los sentidos" centrados en el silencio y el recogimiento. Yo ya me había escapado, (¿cómo Juan de la Cruz?) a recorrer a ese Dios entre la agudeza corporal que es alma y espíritu al mismo tiempo.

Nunca he podido diferenciar al amor. Es uno: sublime, agitado, entre soledades, entre sábanas. El cuerpo habla, como el mío y el de Juan de la Cruz, pero hay cosas que no se pueden decir, y el lenguaje queda corto para pronunciarlas.

Recordemos que el Cántico Espiritual es un diálogo, en versos, entre el alma y el esposo, entre el "amado y amada". Me pregunto cómo será la relación de Juan con su Gran Otro: trabajo para los psicoanalistas.

Aquí sus versos de Noche Oscura:



En una noche oscura,
con ansias, en amores inflamada 
¡oh dichosa ventura!,

salí sin ser notada

estando ya mi casa sosegada.


A oscuras y segura,
por la secreta escala disfrazada,
¡Oh dichosa ventura!,
a oscuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.

En la noche dichosa
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía.

Aquésta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía,
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.

¡Oh noche que guiaste!
¡Oh noche amable más que la alborada!
¡Oh noche que juntaste
Amado con amada,
amada en el Amado transformada!

En mi pecho florido
que entero para él sólo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba

El aire de la almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería
y todos mis sentidos suspendía.

Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado,
cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado


domingo, 6 de abril de 2014

Todo empieza hablando

La mayor bendición humana: el lenguaje. La mayor perdición humana: el lenguaje. ¿Cómo encontrar un balance entre estas posiciones de existencia? Habla-ando, es un propuesta de generar palabras, de hacerlas vivas, de leerlas entre espacios aún no contactados. La palabra, el lenguaje: la articulación de voces que llegan desde diferentes realidades, desde verdades quebradizas que aún no quieren ser vistas, donde el deseo se inflama y se apaga a la vez, por sí misma.

En este espacio publicaré textos que considere puñales: para el poder, para la política, para la cultura, para el error (y también el horror) de verse cuestionados por sujetos tan mortales, como aquellos que invaden estos espacios heridos y que antes, se consideraban inmortales. Aquí todo es cuestión de hablar: el texto que se entreteje para susurrar al lector voces in-cómodas.

Espero mostrar todo aquello que me-nos cuestiona, porque la subjetividad también implica un espacio social, una vivencia mutua. Y como todo esto es letra, en ocasiones borraré y volveré a escribir, pues, como dicen los amigos lacanianos, en la repetición está el gusto.

Bienvenidos

Alvaro Rendón Chasi

Jackson Pollock: The Key 1946; Oil on canvas, 59 x 84 in; The Art Institute of Chicago
Extraído de: http://www.ibiblio.org/wm/paint/auth/pollock/pollock.key.jpg