La Madona de Port Lligat de Salvador Dalí, 1950
Si beber de ti me niegas la palabra,
la voz que nunca tuve;
si la mirada, por buscarte los ojos;
si a todo lo que encuentro
le vas quitando el nombre
y a lo que toco,
la posibilidad del tacto;
si mudas la memoria de sitio
y me cierras los libros antiguos,
con la misma oscuridad te ciegas
y con tu propia mano
borras los signos que te alientan;
oh Dios que has sido rama
y crepúsculo
en la sombra de la tarde.
José Ramón Blanco
Extraído del texto Creer después de Freud de Carlos Domínguez Morano
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